Relatos

Karla parte 1. Las perras no hablan

Karla era una mujer recatada que amaba a su esposo, en especial a sus 2 hijos, trabaja como auxiliar contable en una oficina de gobierno y fui ahí donde la conocí.

Al abrir mi empresa tuve que hacer trámites, maldita burocracia, pero así es la vida, tuve que ir al SAT a darme de alta, agende la cita en internet a las 8am, llegue a las oficinas a las 8:05 y gracias a que tenia cita no pase ni un minuto en la sala de espera cuando toco mi turno, fui al lugar marcado en la pantalla y estaba ahí sentada Karla Escamilla, mujer de 1.60 delgada pero los 5 años de matrimonio y dos hijos la hacían lucir con sobre peso, sobre peso que hacia lucir esos pantalones de vestir más ajustados de lo que debería, nos saludamos y de inmediato empezó a trabajar en mi tramite, trate hacer ese tiempo ameno y le saque platica ella se veía cansada y estresada para sus 23 años.

Cuando me dijo que tenia 23 años, 5 de casada y 2 hijos lo supe… esa perra seria mía.
Ella respondía todas mis preguntas y comentarios así que aproveché para tirarle un «anzuelo» cuando me pregunto si había algo más que pudiera hacer por mi le dije «mas bien, yo soy el que puede hacer algo por ti, porque no vamos por una copa cuando salgas del trabajo» ella no dijo nada y sin hacer ninguna expresión me dijo que tenga buen día señor.

Le sonreí y me fui sin decir nada, llegué a mi carro, y empecé a conducir, al llegar a mi casa y tomar mi celular del soporte vi que tenía una notificación, tenía unos mensajes de WhatsApp de un número desconocido decían así

«Hola, soy Karla del SAT»
«Saque tu número del sistema»
«Salgo a las 5»
«Llévame a un bar lejos de mi trabajo»

Después de responderle un «Ok, te espero enfrente» me ocupe en lo mío y no volvimos a conversar, guarde su número como Agente SAT.

Llegue por ella esperándola como dije frente a las oficinas en un centro comercial cuando salió me marco y le di indicaciones de donde estaba, subió a mi auto y nos fuimos a un bar a 30 min de ahí, ella me explico que solo acepto la ida a un bar porque esta estresada y no tenia ganas de ir al GYM ese día, conversamos un rato y ocasionalmente rosaba su mano y su pierna, de pronto me dijo «ya llévame a mi casa porque voy saliendo del GYM» yo asentí, pedí la cuenta y ella saco algo de dinero de su bolsa yo la detuve y pague. Ella sonrió y nos fuimos al carro, mientras conducía empezó a rozar mi mano y mi pierna, mi pene se empezó a poner duro y ella subió la mano y empezó acariciarlo sobre el pantalón, la saco y me la mamó durante el viaje.

Paró un momento, me dijo su dirección, puse el Google más y continuamos cada quien a lo suyo, salí de la ultima avenida principal de la ruta y empecé conducir muy despacio ya casi llegaba y aun no terminaba, cuando di la vuelta en su calle vi un espacio frente a su casa donde me estacione sin apagar el motor… eyacule y ella se comió todo, se enderezo bajo la visera del su lado y se vio en el espejo, se pinto los labios y se bajó sin decir nada.
Entro a su casa y yo conduje a la mía cuando llegué tenia más mensajes de WhatsApp

«La mamada fue por pagar la cuenta»
«Pero sigo estresada»
«Los lunes, miércoles y viernes voy al GYM»
«Tengo que llegar antes de las 8 porque a esa hora llegan mis hijos del futbol»
«Y tengo que cocinarle a mi marido, el llega a las 10»
«La tienes rica pero no pienso perder a mi familia»
«Eres el único con quien he hecho esto aparte de mi esposo»
«No quiero una cogida de un día, quiero alguien con quien pueda olvidarme de mi casa»
«Solo puedo esos días con la condición de llegar antes de las 8»
«¿Crees que puedas con esas condiciones?»
«Claro que si»
«Aquí la pregunta es ¿Quieres?»
«Si»
«A vernos el viernes»
«No, no puedo faltar tanto al GYM, a vernos los lunes»
«Sirve que me das con más ganas»
«Bien, hare que valga la espera»
«Hasta el lunes»
«Ok, bye»

Pasaron los días mientras, ni siquiera le hablaba, pero veía sus estados, casi diario publicaba fotos con sus hijos, pero ninguna con su esposo.
Entonces llego el lunes y a las 7:30 am recibí un WhatsApp

«Oliiiiiii, no se te olvide que hoy toca glúteo, te veo a las 5»
«ok»
«bye amigiii»
«bye»

(Debo aclarar que esa conversación llevaba una cantidad exagerada de emojis que no pondré)
Me levante de la cama y salí hacia el centro y compre algunas cosas que iba a ocupar a las 5 cuando trabajaría los glúteos a cierta señora.

primero llegue a su trabajo, mi carro tiene vidrios polarizados, cuando vi que salió del trabajo y empezó a caminar hacia donde había pasado por ella la primera vez como lo habíamos acordado me acerque despacio bajando la ventana y le dije «buenas tardes perrita, súbete» traía puesto una blusa de botones blanca de manga corta, unos pantalones de vestir y tacones. Una vez dentro del carro le dije «ahora quítate los pantalones».

Ella se me quedo viendo y me dijo «No» y yo le respondí «No te estoy preguntando» ella sonrió y se quito los tacones y posteriormente los pantalones, era la prueba que me faltaba era una perra en celo desperdiciándose.

Le di una caja de cartón pequeña de unos 15x15x15, al abrirla encontró un collar de perro con una placa, decía “KARLA” y del lado contrario tenía mi nombre como dueño, así como mi número de teléfono y mi dirección»
«Hoy te vas a olvidar de tu aburrida vida, suponiendo que decides ser mi perra te pones el collar, ajustado apenas tu cuello no quiero que lastimes después de todo eres mi propiedad y hago que tu día sea inolvidable…» mientras continúo hablando veo hacia adelante el trafico hasta llegar a un semáforo y al voltear ya trae puesto el collar.

Manejo hacia mi casa, abro la puerta automática de la cochera y la bajo después de meter el auto, me bajo del carro y voy a su lado donde abro tu puerta, se te esta bajando cuando la tomo de la barbilla apretando un poco y digo «las perras caminan en 4 patas» hago que baje al suelo y le doy una nalgada «metete a la casa» camino delante de ella y abro la puerta, entra y en sientas en el suelo como perra, tomo la correa que viene a juego con el collar y abro su boca y lo pongo ahí «esta es tu correa» comienzo a caminar hacia un sillón me siento en el con las piernas y brazos abiertos entonces te digo con voz firme «tráeme tu collar Karla». empieza a gatear hasta mi por traer la boca abierta un poco de saliva gotea sobre tu mejilla, tomo la correa, se la pongo y suavemente la jalo pasándola por debajo de mi cuerpo para que quede su cara sobre mi pene.

«Hoy empieza tu entrenamiento así que pon atención porque solo te lo diré una vez, por ser tu primera vez te permití usar ropa, la ropa no es para las perras, en el momento que te pongas el collar te convertirás en mi perra, como tienes 2 horas libres al día tu entrenamiento durara una hora completa así tenemos tiempo para venir y para llevarte a tu casa y sigas con las aburridas cosas que haces en lo que tu llamas vida»

«Hoy nos limitaremos a explicarte las reglas y poco a poco iremos subiendo de nivel, en cualquier momento puedes renunciar, si no estás de acuerdo con una orden te quitas la correa, si quieres que terminemos por el día te quitas el collar»

«Las perras no hablan, ladran»

«Aquí tu eres mi perra, mi mascota sexual, las ordenes que te daré siempre serán o llevarán al placer, aquí no vienes a ser mi sirvienta, ya tengo a alguien ocupando ese puesto»

«Quiero que acerques tu trasero a mi cara te tengo otro regalo» meto la mano al sillón y saco un plug con colita hago que chupe el plug y se lo meto en el culo, ella gime y se limpia una lagrima del rostro, le doy un beso en su trasero»

«Ponte a mamar Karla… si… así…»

«Meto el dedo anular y el índice en su vagina mientras que con el dedo pulgar empiezo a presionar la base del plug y a hacer círculos»

Después de un tiempo mi pene está completamente erecto y su vagina está chorreando, jalo tu correa mientras tiene mi pene en tu boca se escucha la succión piso la correa y la obligo a poner la cara casi en el suelo, le doy una nalgada y para las nalgas por instinto, esta perra nació para esto, me quieto la playera los pantalones ella está moviendo las nalgas de un lado al otro y la cola del plug se balancea como un péndulo entonces me dice «las perritas mueven la cola cuando están felices» la meto hasta el fondo hasta que los huevos topan, le doy una nalgada y empiezo a pompear.

Jalo su correa levemente hacia mi mientras que con la otra mano jalo la cola hacia arriba mientras que ella arquea la espalda.

Después de unos minutos así eyaculo hasta el fondo, la saco y jalo la correa y se la pongo en la cara le digo «límpiala», me siento en el sillón mientras lo hace y le digo «Ya paso casi una hora, quítate la correa, ahora quítate el collar, te puedes poner de pie, ahora ves ese perchero que está en la entrada quiero que elijas un gancho y ahí cuelgues el collar y la correa»

Nos subimos al carro donde arranco hacia su casa, se va vistiendo.
«Ya puedes hablar, en el momento que te quitas la correa me puedes dejar de obedecer, pero sigues siento mi perra, pero en el momento que te quitas el collar ya no eres mi perra. Dime ¿Que te pareció? ¿te éxito? te gusto?»

Ella con una sonrisa de oreja a oreja me dice «Me encantó, ¿Cómo te debo de decir?»

Sonriendo le contesto «Sin el collar como quieras, con el collar.... las perras no hablan»

Antes de llegar a su casa se paso al asiento de atrás, al llegar se bajo del auto me dio las gracias y yo arranqué solo la vi por el espejo metiendo la llave en el portón de su casa.